Es el proceso por medio del cual se elimina la placa y los cálculos de las superficies dentales para crear una superficie lisa, dura y limpia. No hace ningún intento deliberado por eliminar la sustancia dental junto con los cálculos.
Su objetivo principal es restaurar la salud gingival al eliminar por completo los elementos que producen inflamación gingival. Se ha mostrado que la instrumentación reduce de manera importante el número de microorganismos subgingivales y produce un cambio en la composición de la placa subgingival de una con un alto número de anaerobios gram-negativos a una en la que dominan las bacterias facultativas gram-positivas, qué es compatible con la salud.
La placa y los cálculos en las superficies del esmalte provocan inflamación gingival. A menos que presenten surcos o cavidades, las superficies del esmalte son relativamente lisas y uniformes. Cuando se forma la placa y cálculos en el esmalte, los depósitos suelen estar adheridos de forma superficial a la superficie y no se traban en las irregularidades.
Los depósitos de cálculos en las superficies radiculares con frecuencia están insertados en las irregularidades cementarias. Los cálculos subgingivales son porosos y albergan bacterias y endotoxinas y por tanto debe eliminarse por completo, cuando se expone la dentina las bacterias de la placa pueden invadir los túbulos dentinales.
Después del análisis cuidadoso de un caso, se estima el número de citas que se necesitan para completar el tratamiento; los pacientes con pequeñas cantidades de cálculos y tejidos relativamente sanos pueden ser tratados en una cita pero la mayoría de pacientes requieren múltiples sesiones de tratamiento. El dentista debe estimar el número de citas requeridas con base al número de dientes en boca, la gravedad de la inflamación, la cantidad y ubicación de los cálculos la profundidad, así como la comprensión y cumplimiento del paciente con las instrucciones de higiene bucal.
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